Lenguaje y dificultades de aprendizaje
Como adelantamos en artículos anteriores nos centraremos en mostrar algunas de las dificultades presentes en el lenguaje de escolares, además de diversos estudios que mostraron curiosos resultados sobre la competencia del lenguaje.
Muchos niños que tienen serios problemas para distinguir los sonidos no dan muestra de ninguna deficiencia de oído en las pruebas audiométricas. Tales niños pueden tener dificultades para distinguir ciertas vocales o consonantes como la "m" y la "n". Todo esto se ve agravado con trastornos de la atención.
Les resulta difícil entender o acordarse de lo que oyen en una secuencia. Si les damos diversas órdenes, una después de otra, se precipitan a ejecutar la primera tarea y no recuerdan las otras. Por lo tanto tendrán tendencia a ejecutar mal las pruebas de memoria, como por ejemplo una repetición de sílabas sin sentido.
Los trastornos graves del lenguaje implican, a menudo, problemas de la memoria y el recuerdo, a los que se suele llamar dificultades de almacenamiento y reintegración. Estos trastornos hacen muy difícil el aprendizaje del lenguaje, que aún aprendiéndose, no llega a grabarse con firmeza.
Hardy realizó unos estudios, a través de los cuales llegó a las siguientes conclusiones: "Los sistemas sensoriales están estrechamente ligados, y aquellos fallos en el manejo de la información intersensorial y en la traducción a los sistemas de potencia motora constituye el mayor problema de los niños con disfunciones del SNC" Estas disfunciones integrativas parecen ser la base de los trastornos del lenguaje más comunes.
Diferentes estudios realizados por The Education for All Handicapped Children y el National Joint Committee for Learning Disabilities estiman que entre el 40% y 60% de los niños escolares que presentan D.A. (dificultades de aprendizaje) que no pueden atribuirse a retraso mental, alteraciones emocionales o carencia de instrucción, tienen alteraciones del área del lenguaje a distintos niveles.
HRESKO (1979) utilizó una tarea experimental de repetición de frases, señaló que los niños con D.A. tenían una capacidad sintáctica menos desarrollada que sus compañeros sin estos problemas. Las deficiencias se centraban en la construcción de frases no familiares, oraciones de relativo y una frecuencia más baja de utilización de palabras.
WIIG y colaboradores (1976) halló diferencias consistentes en distintas tareas morfológicas, sintácticas y semánticas. En una de sus primeras investigaciones presentaron a dos grupos de niños de 9 años, uno de buenos lectores y otro de malos lectores. En la prueba se utilizaron una serie de palabras sin sentido para comprobar la utilización de reglas morfológicas, de formación de tiempos y de plural. Los malos lectores cometían más errores en la aplicación de las reglas.
FRY y colaboradores (1970) obtuvieron una muestra del lenguaje oral de cada niño participante pidiéndole que contara una historia sobre 20 dibujos distintos. Las estructuras sintácticas específicas utilizadas en la actividad provocaron una diferencia significativa entre ambos grupos. Las diferencias más significativas se establecen en base a:
- Nº de palabras diferentes utilizadas
- Frecuencia de oraciones subordinadas
- Palabras que expresan causa o condición
- Concordancia de sujeto y verbo.
Habilidades de narración y dificultades de aprendizaje
En un estudio por clasificar estos problemas; SMILEY, OAKLEY, WORTHEM, CAMPIONE Y BROWN (1977) compararon a buenos y malos lectores instituto en dos condiciones: escucha y lectura. Se les pedía que escucharan cuentos de hadas y que recordaran la historia, puntuándose no solo el total de la información sino también la importancia de ésta en relación con las ideas principales de la historia. Los buenos lectores recordaron más información y de mayor relevancia para los aspectos importantes de la historia.
Estos resultados se obtuvieron tanto en el modo de presentación auditiva como en el visual, lo que indicaba que tanto en la escucha como en la lectura están involucrados procesos semejantes.
En 1978 HANSEN utilizó un análisis proposicional para analizar el recuerdo que mantenían de una historia niños diagnosticados con dificultades de aprendizaje y niños normales. Las historias procedían de la prueba Durrell de dificultad lectora.
Después de realizar un ensayo con la historia correspondiente al nivel del primer curso, se le pidió a cada sujeto que leyera una por una las historias en voz alta y después las contaran de forma oral. Posteriormente se le planteaban una serie de preguntas relacionadas con las historias. Las exposiciones que hizo cada sujeto se valoraron en relación al número de preposiciones que formulaban de forma total, parcial o que eran erróneas, y las respuestas a las preguntas se puntuaron como correctas e incorrectas.
Los niños considerados como normales puntuaron significativamente más alto en las preguntas que se les hicieron y verbalizaron un número mayor de proposiciones correctas en sus narraciones que con niños/as con dificultades de aprendizaje. Las diferencias se acentuaron cuando se analizó la proporción de las ideas principales de la narración, dando un porcentaje mucho más bajo los niños con dificultades de aprendizaje.
Los resultados parecen indicar que los niños don dificultades de aprendizaje, no tienen una idea clara de la estructura de una historia o pasaje narrativo y no disponen de una estructura jerárquica que integre la narración en un todo conectado.
Todo esto nos sugiere que quienes tienen dificultades de aprendizaje, en cierto modo pueden comprender la información, pero no son capaces de imponerle una organización que facilite su recuerdo, lo cual reduce la amplitud del problema que estos niños/as tienen cuando se enfrentan con un material narrativo, a la habilidad necesaria para organizar y codificar la información de forma jerárquica en la memoria, pudiendo recuperar así los aspectos más importantes de una narración, pero siempre por debajo de los niños/as considerados/as como normales.
Habilidades de comunicación y dificultades de aprendizaje.
En las pruebas se le pide al niño que comunique una información concreta al terapeuta sobre un conjunto de dibujos u objetos y evaluaremos la adecuación de la información que nos transmite la persona. Los resultados demuestran que los niños con dificultades de aprendizaje presentan problemas para dominar este tipo de tareas.
DONAHUE y colaboradores (1980) compararon la habilidad de un grupo de niños normales con otro de dificultades de aprendizaje para seleccionar un dibujo entre 4 a partir de las descripciones realizadas por un adulto sobre este dibujo; los niños podían solicitar aclaraciones cuando lo consideraban conveniente.
Los resultados demostraron que todos los niños/as eran capaces de encontrar el dibujo correcto cuando las descripciones sobre el mismo eran adecuadas, pero cuando las explicaciones eran menos completas, los niños con dificultades de aprendizaje pedían menos información suplementaria, y debido a ello, tenían menos aciertos.
A partir de estos resultados, los autores demostraron que los niños/as con dificultades de aprendizaje, en su comunicación con los demás, pueden presentar a parte de problemas lingüísticos, problemas de comunicación (problemática social); bien porque se sienten menos competentes para pedir información bien por tener un menor conocimiento de las reglas conversacionales.
SPECMAN (1981) realizó un estudio en el cual participaban 4 niños repartidos 2 a 2 de la siguiente forma:
- Primer grupo.........1 niño normal y 1 niño con dificultades de aprendizaje
- Segundo grupo.....2 niños con dificultades de aprendizaje
Con el objetivo de evaluar la competencia del emisor t el receptor en ambos grupos. El emisor tenía que dar información espacial sobre 16 cubos para que el receptor los colocase formando un diseño geométrico concreto. Cada niño actuaba como emisor y receptor en 3 ocasiones.
No se encontraron diferencias en cuanto a la capacidad del receptor para seguir órdenes, pero sí en cuanto a la capacidad del emisor para desarrollar una comunicación eficaz. Los niños con dificultades de aprendizaje dieron información menos relevante para poder realizar la tarea.
Como conclusión, podemos decir que los niños/as con dificultades de aprendizaje, no se diferencian en cuanto a la capacidad de comprensión de los mensajes sino más bien carecen de la habilidad para comunicar información.
BIBLIOGRAFÍA
- J. Ceci, Stephen 1986 "Manual de los aspectos cognitivos, sociales y neuropsicológicos de las discapacidades de aprendizaje: Volumen 1 " Routledge.
- Jackson-Maldonado Donna 2011 "La identificación del Trastorno Específico de Lenguaje en Niño Hispanohablantes por medio de Pruebas Formales e Informales" Universidad Autónoma de Querétaro. Querétaro, México.
- Perrenoud Philippe 2010 "Los ciclos de aprendizaje. Un camino para combatir el fracaso escolar" Bogota : Magisterio Editorial
- ANECA Agencia nacional de evaluación de la calidad y acreditación "Guía de apoyo para la redacción, puesta en práctica y evaluación de los RESULTADOS DEL APRENDIZAJE " Cyan, Proyectos Editoriales, S.A
-Gutiérrez Zuloaga, Isabel 2002 "Modelos educativos paradigmáticos en la Historia de la Educación"